viernes, 20 de febrero de 2009

Adiós

Anoche la lectura me trajo recuerdos de otros tiempos, tiempos tristes, de despedidas y de mis ojos se escaparon algunas lágrimas. He rescatado esto del pasado:

" Hubo mucha gente en casa, un trasiego continuo, él allí aparentemente tranquilo, en medio de esa marabunta. Al fin todos se marcharon, era el momento oportuno, si se puede llamar así, y lo aprovechó. Se despidió sólo de quien quería despedirse, ya no había vuelta atrás, ya no podía luchar más, aquello le había agotado. Rostros desencajados, miradas bañadas en lágrimas, palabras medio ahogadas, susurros que se escapan, impotencia que devora, ya no hay vuelta atrás. Aquel día mis ojos se quedaron secos, mi mirada no sonreía, un abrazo, un último abrazo. Aquella casa, aquel hogar que en otro tiempo había sido una fiesta continua de alegría, una celebración de la vida, la armonía, un sin fin de risas, sonrisas, besos, abrazos... ahora había quedado sumida en la más profunda oscuridad. Silencio, mucho silencio, demasiado silencio que rasga las entrañas, el alma".

" No te vayas, no te vayas ... te quiero", pero él se marchó.

Yo le sigo queriendo y recordando, siempre lo haré, es mi angel de la guarda, lo siento así. Fue maravilloso y un privilegio. Gracias.