La imagen

Ya no buscabas nada, en el fondo de tu corazón había un vacío enorme que te gustaría llenar, pero ya no buscabas nada. El camino te había resultado ardúo, empinado y estabas cansada de tanto caminar. Sabías que debías seguir adelante y recorrerlo, pero había momentos en los que te preguntabas si tendrías suficientes fuerzas, por eso habías decidido recorrerlo sola, para que ya nadie te pudiera quitar ni una pizca de energía, aunque eras consciente de que así tampoco la recibirías.

Todo empezó como un juego. Puede ser divertido te dijiste y jugaste. En aquel puzzle un día encontraste una pieza, una imagen que te llamó la atención, la miraste con detenimiento, realmente te transmitía algo, no sabías qué, pero un sexto sentido te decía que detrás de esa imagen había algo especial. Decidiste buscar al autor. Vaya sorpresa! no estabas equivocada, tu corazón, tu sexto sentido o lo que fuera no te había engañado. Detrás de esa imagen había alguien muy sensible, extremadamente tierno, con un corazón enorme, aunque destrozado por la vida. A veces te recordaba a ti, en otro tiempo en el que tus días se llenaban de lágrimas y dolor.

Ahora te encontrabas admirando su obra, disfrutando de cada pincelada, de cada color, te emocionabas con todos los colores, unos te hacían llorar, otros sonreir, otros soñaaaar, era increíble cómo te sentías al contemplar cada nuevo cuadro. Era una explosión de sentimientos. Te preguntabas si podrías hacer algo para aliviar ese dolor