domingo, 2 de marzo de 2008

En el parque


Hoy el día invitaba a salir y disfrutar del sol. Cogí mi música y salí a pasear por el parque, un parquecito pequeño no muy lejos de casa. Busqué un árbol donde sentarme y dejarme bañar por los rayos de sol, cerré los ojos y simplemente me relajé escuchando la música. Llevaba ya un buen rato allí cuando sentí unos pasos que se acercaban, alguien se sentó a mi lado.

-Hola

-Hola, ¡qué sorpresa, cuánto tiempo sin encontrarnos!

-Bueno, no me has llamado

-Si, es cierto, he estado muy liada últimamente, aunque siempre estás conmigo

-Y ¿cómo estás?

-Ya sabes, con mis miedos y mis dudas, pero bien

-Eso es normal, todos tenemos miedos y dudas, lo importante es afrontarlos

-Como siempre tienes razón. Me siento bien cuando estás aqui, me ayuda a seguir adelante.

-Me alegro, aunque ya sabrás que el mérito es tuyo

-Tengo mucho que agradecerte, no sabría hacerlo sin tu ayuda

-Yo sólo te enseñé los primeros pasos del camino, el resto lo has hecho tu

-Si, pero he tropezado tantas veces...

-Piensa que cada vez que tropezaste te has levantado, has curado tus heridas y has aprendido, estoy orgulloso de ti

-De verás?

-Claro, te dejé cuando apenas empezabas a caminar por ti sola y te has convertido en una persona muy especial

-¿Tu crees? yo pienso que algo falla, ya sabes a qué me refiero, además a veces me siento perdida, agobiada y es entonces cuando sale ese mal genio mio

-Nadie es perfecto, al menos eres consciente de ello. A veces cuando se pinta un cuadro las pinceladas son de colores vivos, otras opacos, incluso algunas negras, normalmente cuesta mucho trabajo y esfuerzo pintar el cuadro de la vida, pero son los cuadros que más cuestan los que suelen ser más hermosos, los más fuertes, los que más valoramos, los que perduran y resisten al paso del tiempo

-Gracias, siempre me reconforta hablar contigo

-Ahora me voy

-¿Ya?

-Si, sigue disfrutando de esta maravillosa tarde y no olvides que estoy siempre contigo, sólo tienes que llamarme, te quiero

-Yo también te quiero

-Ah! una cosa más, no dejes de sonreir, te sienta bien

2 comentarios:

Nicolás dijo...

Es lindo

Que bueno es poder tner a alguien que aparezca enlos malos momentos para poder darnos su apoyo.

un beso

...solo una mujer. dijo...

Creo entender que tuviste un vínculo muy especial con tu padre, el que ya no está...
Siempre te quedará el hecho de haberlo tenido, de haber vivido lo que viviste con él.
Lamento el dolor de su ausencia, pero me alegra que puedas encontrarte con él cuando le llamas.

Un beso, con todo mi ánimo...